domingo, 5 de junio de 2011

Viaje a la semilla (Cap 12)

Mientras mi esposo descubría secretos enterrados, yo estaba de pie mirando a través del vidrio de una de las enormes ventanas orientadas hacia la ciudad y la noche.
El reflejo de Ubel acercándose a mis espaldas con las alas desplegadas y más varonil que nunca, estremeció la médula espinal. Así que me viré para verle en directo en el aspecto que me era familiar pero, al hacerlo, dí de bruces con la bella morena de curvas perfectas que nos acompañaba desde la tarde anterior. Llena de intriga, regresé la mirada a la pulida superficie y volví a verle como el hombre más hermoso que conozco y, al volver a él, una amorosa chica, de ojos de miel y acento perfecto me extendió una copa de vino extraído de una pequeña botella redonda con incrustaciones de piedras preciosas.
_”Por ahora, no hagas mucho caso”_dijo refiriéndose a su imagen reflejada_”Son cosas de los espejos y tu nivel evolutivo”
_”Gracias”_comenté mientras recibía el fino recipiente de tallado bacará_”De ahora en adelante, taparé con una tela el espejo de la ducha”
La sonrisa del ángel fue repetida por otra más allá del marco de la ventana.
_”En general, ¿cómo estás?”
Bebí un sorbo generoso y le dejé viajar hacia mis íntimos sentidos no sin antes notar lo dulce que era.
_”Creo que bastante bien”_respondí desde la sinceridad, y añadí_”Han sido muchas emociones para tan breve espacio de tiempo. De veras que todo es nuevo, y sin embargo, a la vez me resulta familiar. Es como si de alguna forma estuviera de ante mano preparada para lo que nos está sucediendo.”
_”Tienes razón, pequeña mía. Ves que hay nuevos amigos en escena; ellos van a jugar un papel muy importante en los acontecimientos que se precipitan, Ornella está ahora mismo introduciendo a José en un concepto de informática completamente desconocido para el resto del mundo, esta noche serán convocadas otras dos personas que llegarán en tres días a Barcelona para formar un equipo de trabajo contigo y tu esposo. Todos son fruto de alianzas y hermandades forjadas durante años. Todos los implicados están unidos de alguna manera con la información que hay en tus genes, la misma que percibes en la textura de tus sueños.”
Quedé meditabunda acariciando el borde de la copa. Aquel licor no me resultaba conocido, ni tenía un sabor u olor identificable, pero no estaba mal y la primera cata había dejado un rastro de flores en la boca que hizo revolverse a algunos recuerdos asturianos.
_”Eras tú, ¿verdad?”
_”¿A qué te refieres, pequeña?”
_”Durante años he auto negado lo que me ocurrió aquella tarde en la cueva de la costa cuando, en medio de la oscuridad, tropecé con algo que impidió que cayera en el cauce de un río subterráneo que no veía”
_”Es que siempre fuiste un bicho raro ¿A quién se le ocurre ir sola, con a penas once años, a una cueva desconocida, sin luz ni planos? No podía dejar que murieras, aunque aquello me costó un buen baño de agua fría”
_” ¡Lo sabía! Me salvaste la vida, y yo caí de culo, del susto que me llevé”
_”El susto fue mutuo”
_” ¿Por qué lo hiciste?”
_”Hay muchas respuestas, y todas válidas. Escojo la mejor: Por amor ¿Y tú recuerdas por qué andabas, siendo tan pequeña, por aquellos parajes?”
_”Si, lo recuerdo. Mis padres habían emigrado a Alemania junto a miles de españoles y yo tenía mucho tiempo libre. Jamás me sentía sola, siempre estaba a mi lado una presencia que no inspiraba temor o preocupación alguna. Así que salía al campo o la costa, siempre acompañada de ese “alguien” que era mi amigo y mientras le sintiera a mi lado, nada malo me ocurriría.”
_” ¿Sabes quién era aquella presencia de la que hablas?”_ preguntó el ángel.
_” ¿Acaso tú?”_ deslicé la contra pregunta a la espera de una respuesta no muy traumática.
_”No”
_” ¿No? ¿Eso es todo?”
_”Exacto, estabas acompañada por un poder muy superior al mío, tenías un guía magnífico y poderoso, con ganas de que se cumpla una parte de sus sueños en la Tierra”
_”Ubel”_dije humildemente_”Que sólo era una niña, una inocente niña llena de curiosidad por todo. Que tuvo un amigo invisible tal como les ocurre a muchos niños que pasan etapas llenas de soledades. Una cría que al conocerte siendo tan pequeña, te sumó a sus cariños con la mayor naturalidad del mundo sin importarle que tuvieras alas y mis amiguitos no. De veras que pensé que eras tú, entonces ¿Al final, quién estaba conmigo en aquella época?”
_”La respuesta puede estar en eso que estás bebiendo, es un Recuperador de Sueños. Un producto alquímico escaso y único, capaz de poner en orden la información oculta en lo más hondo de los recuerdos. Allí se encuentran algunas de las preguntas cuyas respuestas buscas. No pongas esa cara, mujer, bebe el contenido que queda y siéntate”
Confieso que mientras tomaba asiento lo pensé un poco, no mucho, pero si lo suficiente como para enterarme de la responsabilidad de abrir mis cortinas interiores. Llevé la copa a los labios y la vacié de un solo trago.
El líquido se detuvo un momento en el estómago, sedujo sus paredes, encontró una arteria libre y viajó sin billete hasta el tallo del cerebro, allí sacó una brújula para orientarse y tiró recto hacia el hemisferio izquierdo a través de surcos y valles bajo la tibia bóveda del cráneo mientras, pintando graffitis con aerosol de colores sobre las desprevenidas neuronas, armaba tremendo escándalo en el circuito de gratificación de mi cabeza.
Después de un eructo y dos pestañeos, Ubel retiró la copa de mis dedos como medida prudencial. Para entonces, un sospechoso deseo de reírme de casi todo me estaba rondando las ganas porque las alfombras y los marcos de las ventanas habían comenzado a moverse sin sentido aparente.
_”A que fue una buena cosecha ¿verdad?”_dijo Exvet desde el extremo del salón.
_”No lo sé”_contesté con la lengua estropajosa_”Pero creo que estoy… ¡estoy pedo!”
_” ¿Y cómo te sientes?”_ preguntó Ubel.
_”Pues… ¿borracha?”
_”Pequeña,  quiero que sepas que, no estás borracha”
_”Ya, o sea que lo de las ventanas que se mueven es un cuento”
Exvet y Ubel se miraron a la vez y respondieron al unísono.
_”Si”
Entonces me sumí en la extraña naturaleza de un tipo desconocido de sueño. Un letargo intemporal y a la vez carente de sensación de peligro, como si de alguna manera, ya hubiera estado antes allí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario